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28 de Septiembre
En el ciclo de la vida atravesamos diferentes etapas que, sin duda, nos exigen ciertos cambios para adaptarnos, aprender y seguir creciendo; ¡¡esto es un verdadero alivio!!, porque así podemos fluir y no estamos estancadas en las mismas ideas o emociones todo el tiempo.
Nosotras sabemos y reconocemos que, aunque experimentar cosas nuevas es divertido, a veces los cambios sugieren algunos retos que pueden ser complejos de enfrentar, pero para eso estamos aquí, para que transitemos juntas por ellos de la mejor manera y que, ¡sigamos brillando para siempre!
La menopausia es una de esas etapas por las que pasamos todas las mujeres, y es cierto que en ocasiones puede ser algo complejo; por eso, conversamos con la ginecóloga Jéssica Gómez, quien nos explicó cuáles pueden ser algunos de esos cambios que nos vamos a encontrar en este proceso y nos dio algunos tips para transitarlos de una manera más amigable, así que: ¡aprendamos!
Si hay un hecho irrefutable en el mundo, sin duda es que todas Nosotras somos súper diferentes, por eso debes evitar compararte con las demás o pensar que si tu amiga inició con la menopausia a los 48 o a los 53, entonces para ti también será así.
Hay ciertos rangos de edad que debes tener en cuenta, por ejemplo, lo normal sería que la menopausia llegara entre los 48 y -máximo- los 55 años de edad; pero primero lo primero: ¿cómo sé si ya llegué a la etapa de la menopausia?
Esto lo definirá la ausencia de tu ciclo menstrual, a la que se le llama “amenorrea”. Si antes de los 50 años ya llevas entre 1 y 2 años sin que te llegue la menstruación, entonces es probable que ya hayas cerrado este ciclo y estés entrando a la menopausia; o, después de los 50 años, si tienes ausencia de tu periodo por 1 año consecutivo, entonces este es el indicador de que llegaste a esta etapa.
Es importante que sepas que la menopausia durará de 3 a 5 años, por lo que debes mantener la calma y disfrutar de todo el proceso con sus cambios incluidos.
Es cierto que hay algunos casos excepcionales en los que se rompen estas reglas, pero si esto llega a ser así, debes consultar con tu ginecóloga de confianza para asegurarte de que todo esté en orden, pues una menopausia antes de los 48 años puede significar disfunción ovárica precoz, que se puede dar por la presencia de enfermedades autoinmunes como que ataquen las células de los ovarios, o directamente porque te retiraron los ovarios cuando estabas más joven, así que, ¡mantente alerta a las señales y pide asesoría en caso de ser necesario!
¡Los estrógenos son la juventud de la mujer! Por eso es normal que experimentes muchos cambios a medida que va pasando el tiempo, pues con los años, los estrógenos disminuyen.
Es normal que con esta revolución de hormonas dentro del cuerpo y la pérdida progresiva de las mismas inicies una etapa de tu vida en la que deberás implementar algunos nuevos hábitos y cambiar a medida en que tu cuerpo también lo hace, porque de seguro vas a experimentar algunos de los siguientes síntomas:
Pérdida de calcio y mayor debilidad ósea.
Acumulación de colesterol y aumento de la grasa corporal.
Sequedad vaginal.
Episodios de calores o sofocos.
Fatiga o dolores musculares.
Taquicardia.
Ten presente que para contrarrestar los efectos de estos síntomas sería de mucha ayuda contar con acompañamiento de un profesional que te indique si es necesario tomar algunos tipos de suplementos como el calcio o ciertas vitaminas, además de adoptar un estilo de vida que te permita transitar esta etapa de manera más amigable y, sin duda, conseguir algunos lubricantes sexuales para que sigas disfrutando de tu intimidad sin ningún problema.
¡No te preocupes! No debes implementar cambios drásticos ni debes angustiarte de más, tu vida seguirá siendo igual de divertida como hasta ahora; incluso, no pienses que algunos malos hábitos podrían influir en la aparición temprana de la menopausia, porque este es un tema más genético; en lo que sí pueden influir los malos hábitos es en la acumulación de grasa y algunos cambios en tu aspecto físico, así que presta atención a estos consejos que te vamos a dar para que te sigas sintiendo taaan saludable y hermosa como siempre:
Ejercítate de manera regular: Seguro encontrarás alguna actividad que sea súper divertida y que conecte mucho contigo; no tiene que ser una maratón, una caminata, trote o fortalecimiento de los músculos, sin duda harán una gran diferencia.
Prioriza una alimentación saludable: No debes dejar de comer eso que tanto amas, solo debes aprender a regular tus porciones y a incluir alimentos ricos en fibra como verduras y frutas.
Duerme el tiempo necesario: La falta de sueño puede afectar tu sistema inmune, lo que no es para nada positivo en esta etapa llena de cambios -ni en ninguna otra etapa realmente-
Toma agua: ¡La hidratación es clave! Muchas veces nuestro cuerpo nos envía señales para decirnos que debemos hidratarlo, pero solemos confundirlo con hambre y terminamos comiendo, así que asegúrate de tomar la cantidad de agua necesaria -entre 5 y 9 vasos al día-
Recuerda que la llegada de esta etapa aumentará la pérdida de masa muscular y facilitará la acumulación de grasa, pero no es un tema de vida o muerte, seguro con estos tips notarás los cambios.
De 100 mujeres el 50% presentan episodios de calores en la menopausia porque, debido a la disminución de estrógenos, hay mayor vasoconstricción, es decir que, las venas se comprimen y el flujo de sangre se dificulta.
Puede ser que las alteraciones cardiovasculares que te provocan los sofocos te motiven a algunos cambios de look y en tu vida en general, así que, si eres de las que busca en internet “qué es bueno para los calores de la menopausia” te dejamos estas ideas:
Es hora de un nuevo corte, algo que te permita estar más fresca y sentirte más cómoda cuando salgas a la calle; tal vez en esta etapa el cabello largo no será el más divertido, aunque también podrías aprender a hacerte algunos peinados nuevos.
Renueva algunas prendas de tu clóset y prioriza la ropa más holgada y fresca, para que puedas sentirte siempre cómoda y preciosa, como siempre.
Hidrátate tanto como lo consideres necesario; tu temperatura interna está incrementando, por eso es normal que tu cuerpo te pida más líquido.
¡Todo lo que te ayude es válido! Aunque no está comprobado que las bebidas con miel, sabila o romero influyan directamente en la disminución de los calores de la menopausia, si tú sientes que te sirven, ¡bienvenidas sean!
Evita los alimentos picantes.
Si te parece necesario y se acopla a tu estilo: usa un abanico.
El clima no influye en la aparición de los calores en la menopausia; aunque estuvieras en la ciudad más fría tu temperatura corporal interna se sentiría igual; así que, ¡Asume esta nueva etapa con estilo y recuerda que siempre puedes brillar!
Si ya aplicaste los tips anteriores y aún así sientes que nada te funciona, ¡no te preocupes! Hay algunos tratamientos a los que podrías recurrir y que la ginecóloga Jessica Gómez nos explicó para que por fin puedas entender qué es bueno para los calores de la menopausia.
Como ya te lo explicamos, la menopausia llega por la pérdida de estrógenos, así que una de las alternativas más efectivas es el reemplazo de estas hormonas a través de suplementación recetada por tu ginecóloga; sin duda este es un tratamiento que mejorará notablemente tu calidad de vida, porque no solo mejorarán los sofocos, sino también algunos de los demás síntomas que se presentan durante esta etapa.
Como todo en la vida, esta terapia hormonal tiene sus pros y sus contra, porque al estar ingresando a tu cuerpo un agente externo de este tipo, tus células responderán, por lo que debes tener en cuenta que el riesgo de padecer de cáncer mama aumenta, o de entrada, si ya lo tuviste, este tipo de tratamiento está contraindicado para ti.
Pero, ¡no te preocupes! Detrás de toda alerta viene una luz de esperanza, porque, por ejemplo, esta suplementación hormonal es excelente para disminuir el riesgo de padecer de cáncer de colón, así que, es una decisión que debes tomar de manera informada.
Tomar la terapia hormonal estará determinado por tus antecedentes familiares; los profesionales determinarán si es bueno para ti acceder a ella o no por medio de un estudio individual a tu primera línea familiar: abuelos, papás y hermanos; para asegurarse de que no corras el riesgo de sufrir alguna de las contraindicaciones.
Además, el uso de estrógenos podría hacer que la capa que recubre tu útero, crezca; pero esto no es un gran problema, porque acompañando esta terapia con la toma de progestágenos no habrá de qué preocuparte.
Esta es la alternativa más efectiva, por lo que, si no estás contraindicada, sin duda podría ser una de las mejores opciones.
Si lo que buscas es una opción más natural, las plantas de soya cuentan en su ADN con isoflavonas, que son sustancias bioquímicas con una estructura similar a la de los estrógenos, aunque más débil. Conversando con tu médico también puedes considerar esta alternativa como una opción.
Está comprobado que las terapias, la acupuntura, yoga, el mindfulness, la meditación y toda aquella actividad que ayude a controlar tus emociones, ayuda a la programación mental para hacerle contra a los episodios de calor, pero sin duda requerirá de mucha constancia.
Este tratamiento además de ayudarte con los sofocos será súper beneficioso para tu vida en general, porque te brindará bienestar y, a largo plazo, mejorará tu calidad de vida.
Está comprobado que la medicación psiquiátrica antidepresiva sí mejora los síntomas vasomotores, que se traduce en una mejoría del calor interno; pero ten en cuenta que son algunos medicamentos específicos recetados por tu médico y en apoyo con ginecología, porque podría tener efectos secundarios como la pérdida de la líbido, problemas intestinales, gastritis, dolor abdominal, entre otros.
Evalúa junto a tu ginecóloga todas las opciones y juntas determinen cuál es la mejor opción para ti desde la individualidad, tomando en cuenta todos los beneficios y las posibles contraindicaciones de cada tratamiento.
Hay muchos mitos alrededor de la menopausia que no debes creer ni normalizar; solemos leer en internet que la menopausia acarrea consigo un sinfín de molestias y síntomas que muchas personas se terminan creyendo y no consultan con un profesional porque creen que son partes de los cambios y ciclos de la vida, ¡pero no es así! Así que presta atención a los mitos más comunes y no caigas en ellos:
Vértigos: Si sientes mareos incómodos que no te permiten un desarrollo natural de tu día a día, no hacen parte de la menopausia y se puede tratar de algo más, ¡préstales atención!
Pérdida de la memoria: Sin duda uno de los más comunes y normalizados, pero para nada tiene que ver con esta nueva etapa; más bien presta atención a otras causas vasculares o de enfermedades neurodegenerativas.
Trastornos del sueño: Si bien algunas alteraciones en los ciclos del sueño se pueden presentar con la edad, no son algo qué normalizar ni tienen que ver con la menopausia.
Pérdida de la líbido: ¿Cuántas veces hemos escuchado que después de los 50 la vida sexual se deteriora o disminuye? ¡Para nada tiene que ser así! La disminución de estrógenos no tiene nada que ver en la pérdida de la líbido, porque de esta se encarga la testosterona; así que, si bien presentarás algunos cambios en tu zona íntima, mayor sequedad y un aspecto diferente, puedes recurrir al uso de lubricantes y demás aparatos sexuales para reavivar la chispa, porque tu deseo seguirá estando presente. Eso sí, mantén una comunicación clara y asertiva con tu pareja para que ambos puedan seguir disfrutando de la mejor manera.
Estos síntomas no son normales ni se derivan a raíz de la menopausia, y, aunque algunos pueden ser acarreados por el paso de la edad, debes permanecer alerta y consultar con un profesional para impedir que alguna enfermedad no deseada avance.
Dale a cada etapa la importancia que se merece y abraza con cariño tus procesos; crecer implica cambios, y ahí está la magia de la vida, así que, sigue brillando y encontrando en la transformación del cuerpo y de tu ser todos los motivos para conquistar el mundo.
Entrevista con Jessica Gómez, ginecóloga.
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