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9 de Octubre
Hay algo que siempre nos preguntan y es: ¿habrá alguna poción mágica que nos haga lucir más atractivas para el sexo opuesto? La respuesta siempre es ¡Sí! y por supuesto, esta pócima tiene un nombre especial: feromonas femeninas ¿Sabes qué son y cómo actúan en nosotras? Sigue leyendo este artículo y conoce más sobre este tema, que seguro, te encantará.
Según científicos, las feromonas son conocidas como moléculas biológicas que crean un vínculo especial entre seres de una misma especie. Estas moléculas liberan una sustancia química que provocan reacciones intensas y despiertan una atracción, especialmente, de deseo sexual.
Así que cuando escuches a una amiga decir “Fue amor a primera vista”, quizá haya sido un roce de feromonas que generó “Química a primera impresión”.
¿Te ha pasado alguna vez que con solo percibir el aroma de alguien quedas realmente cautivada? ¡Así trabajan nuestras feromonas femeninas! Las cuales logran desprenderse cada vez que sudamos, e incluso, algunas se liberan a través de nuestra voz. Hay un universo enorme relacionado con las feromonas y su capacidad para conseguir estímulos, no solo de atracción, sino también de atención y confianza.
En otras palabras, las feromonas femeninas se tratan de hormonas olfativas que tienen un gran poder receptivo. Podemos percibirlas con mayor naturalidad en zonas húmedas del cuerpo como en las axilas, la boca, la zona V y hasta detrás de las orejas.
Como dirían por ahí “El olor tiene memoria” y es clave al momento de crear una atracción hacia otra persona. Las feromonas actúan conforme a la necesidad tanto de los humanos, como de otros seres vivos, de satisfacer sus deseos de relacionamiento con el exterior, dando la mejor impresión posible.
Cada una de Nosotras somos diferentes y, por esta razón, producimos una cantidad de feromonas totalmente distinta. Aquí es cuando decimos que todo tiene sentido y entendemos por qué a algunas, quizá, se les dé más fácil el arte de conquistar.
Si bien las feromonas son sustancias que liberamos de manera natural, también las hay de tipo sintético, las cuales se realizan en laboratorio y corresponden a una imitación de las naturales. Su uso es exclusivamente externo y se deben aplicar en determinadas partes del cuerpo para conseguir un efecto más prolongado. Además, si te aplicas feromonas sintetizadas, debes tener en cuenta que no es recomendable hacerlo en todo momento y lugar, por ejemplo, en bares o discotecas. ¡Toma nota! Aquí te mostraremos los tres tipos de feromonas más comunes y cómo funcionan cada una de ellas:
Androstenona: son feromonas masculinas segregadas, principalmente, en las axilas de los hombres. Estas suelen dar señales de poder, fuerza y dominio que atrae a las mujeres.
Androsteroles: también llamada “la feromona de la fertilidad femenina”, está presente en el sudor y se produce en máximas cantidades durante la pubertad, hasta los 20 años. Tienen gran influencia en el comportamiento sexual e impacto sobre las percepciones de otras personas. Igualmente, pueden llegar a estimular el entusiasmo y la autoconfianza.
Las copulinas: están presentes en las secreciones vaginales de las mujeres cuando llegan a sus días más fértiles o de ovulación. Se asocian con tu madurez sexual y se perciben como relajantes para el sexo opuesto.
¡Un dato súper importante! Las mujeres que, generalmente, planifican con píldora anticonceptiva, tienen niveles más bajos de producción de estas feromonas femeninas.
La realidad es que aunque podemos reaccionar a ellas a través del olfato, las feromonas ¡No tienen un olor perceptible! Un poco difícil de comprender ¿no?
Ésto se logra gracias al órgano vomeronasal (OVN), situado en la parte anterior del hueso vómer y en sentido lateral al septo nasal, el cual está compuesto por diferentes receptores sensitivos que logran detectar las feromonas y con ellas provocar un cambio conductual de tipo social, sexual o maternal. Estos receptores están conectados con el sistema nervioso y toda su información se transporta hasta el hipotálamo, el lugar del cerebro donde se produce la oxitocina, la hormona del amor.
Si bien las feromonas nos ayudan a sentirnos más lindas, sexys y seguras, y por ende, más atractivas para el sexo opuesto; aún no se ha comprobado que las fragancias que contienen feromonas sintéticas sean 100% efectivas para lograr este objetivo. En caso de usarlas, se deben aplicar en aquellas partes del cuerpo que tienen mayor contacto con el exterior, como el cuello y las muñecas.
La respuesta es sí. Como ya lo sabes, es durante los días de ovulación cuando ocurre la mayor concentración de feromonas femeninas. Esto significa que, a medida que vamos llegando a la etapa madura, y dejamos de ovular, también comienza a detenerse su producción natural en nuestro cuerpo.
¡Por supuesto que no! Todas somos diferentes y por esta razón, algunas tenemos un sentido del instinto más agudizado que otras. Sin embargo, ante las reacciones no solo influye el sentido del olfato, hay otros factores claves como el gusto que tengamos hacia la otra persona e incluso el contexto en el cual nos encontremos.
En definitiva, el mundo de los feromonas aún tiene mucho por estudiar y comprobar, mientras tanto Nosotras seguimos disfrutando el poder de flechar con todos nuestros aromas y empoderandonos cada día más.
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