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Está científicamente demostrado el impacto positivo de las sonrisas en nuestra vida. Los beneficios van desde la mejora de apariencia y la sensación de un rostro cálido y joven, hasta mejoras en el estado de ánimo propio y de los demás. De hecho, en la actualidad se ha incluido la risoterapia como una técnica muy saludable para la salud física y emocional que ofrece grandes resultados. Sin embargo, por la carga laboral del día o los problemas por resolver que tengamos se suele olvidar ese gran privilegio que tenemos.

Así es, las sonrisas son sinónimo de felicidad y gozo, esas que iluminan y llenan de alegría nuestros días, esas que se vuelven contagiosas y espontáneas, cargadas de amor y felicidad para repartir.

Aunque suena lindo, en ocasiones es difícil y hoy por hoy se ha vuelto casi un milagro recibir este tipo de detalles. Son los más sinceros, y siempre caen bien, no es necesario estar frente a una obra de teatro o espectáculo de humor, simplemente basta con sentir desde el corazón y dejarla salir.

Somos hermosas y lo acentuamos más al sonreír, olvidémonos de las líneas de expresión, patas de gallina y demás marcas del rostro, al fin y al cabo nadie nos quita lo bailado, lo vivido y sobretodo lo reído, así que ¡sonríe!

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