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25 de Noviembre
Todas las personas debemos procurar cuidarnos y cuidar a los demás de las enfermedades de trasmisión sexual. Sin embargo, lo más importante es estar informadas de cómo se transmiten, cómo es el tratamiento y cuándo debemos consultar con un experto.
Hoy, el doctor Juan Serini nos trae un artículo muy interesante sobre el HPV, virus del papiloma humano, que causa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes del mundo.
El Virus del papiloma humano (VPH o HPV por sus siglas en inglés) conforma una familia de virus de la cual existen más de 100 tipos diferentes, y de ellos 40 pueden afectar el área genital del hombre y la mujer.
Esta familia de virus puede dividirse en 2 grandes grupos:
Los HPV de bajo riesgo: Suelen producir lesiones benignas como por ejemplo las verrugas genitales.
Los HPV de alto riesgo: Son los responsables de lesiones precancerosas que si no son tratadas pueden evolucionar a cáncer, originando cáncer de cuello uterino (el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del cáncer de mama), cáncer de vulva, vagina, ano, garganta y pene.
Es un virus muy contagioso que se transmite por el contacto con lesiones de HPV durante las relaciones sexuales.
Por ejemplo si un hombre tiene verrugas en el pubis puede transmitirlas a la piel de su pareja, en cambio, si posee lesiones en el pene la transmisión podría producirse a la vagina y al cuello uterino.
Se calcula que el 80 % de las personas sexualmente activas estuvieron o estarán en contacto con el virus del HPV.
Los HPV de bajo riesgo pueden dar origen a verrugas, en cambio, las lesiones producidas por HPV de alto riesgo no suelen dar síntomas hasta estadios avanzados pero tu ginecólogo/a puede diagnosticarlas en forma precoz.
Desde el momento del contagio hasta que aparecen las lesiones pueden pasar muchos años, ¡incluso hasta más de 20!
La mayoría de las infecciones por este virus son eliminadas por el sistema inmunológico de la paciente y solo en aproximadamente el 5% de los casos la infección no es eliminada y se hace persistente pudiendo dar origen a lesiones.
Solo las infecciones por HPV de alto riesgo que se hacen persistentes son aquellas que si no son detectadas y tratadas van originar pre cáncer y luego cáncer.
Contamos con 2 herramientas muy importantes: el preservativo y la vacunación.
El preservativo va a reducir la posibilidad de transmisión de HPV, siempre que se use en todas las relaciones sexuales y este uso sea desde el principio al final de la relación sexual. Es importante mencionar que existen áreas que el preservativo (ya sea masculino o femenino) no cubre como por ejemplo, el pubis o los testículos y si en estos sectores hay lesiones de HPV se podría transmitir al área corporal que contacte con ellas.
La vacuna para HPV está indicada para hombres y mujeres a partir de los 9 años.
Aunque ya te hayan diagnosticado HPV, puedes recibir la vacuna, ya que podría protegerte contra otro tipo diferente al que tuviste.
El ideal es aplicarla antes de los 27 años; cuanto más joven se aplique es mejor la respuesta inmunológica. Igualmente puede aplicarse hasta los 45 años de edad dado que se observó que podría brindar algún grado de protección.
Aunque hayas tenido relaciones sexuales puedes vacunarte, pero debes tener en cuenta que si eres sexualmente activa y no estás vacunada, existe la posibilidad de que al momento de vacunarte ya hayas contraído alguno de los tipos de HPV; es por ello que el ideal es hacerlo antes de iniciar la vida sexual.
Si bien el virus no lo podemos eliminar, sí podemos curar las lesiones producidas por HPV. Existen tratamientos para eliminar tanto las verrugas como las lesiones de alto grado evitando que progresen a cáncer, sin embargo, tené en cuenta que en algunos casos las lesiones podrían volver a aparecer ya que el virus permanece en estado latente en el interior de nuestras células.
Para detectar las lesiones en el cuello uterino, tu ginecólogo/a te realizará una citología y una colposcopia, este es uno de los motivos que justifican la importancia del control ginecológico una vez al año. La primera citología debe realizarse en el momento de iniciar las relaciones sexuales.
Recuerda que la aparición visible de verrugas en la zona genital o púbica también podría ser un indicador y en este caso deberás visitar al ginecólogo/a.
También existen test específicos para detectar la infección por HPV.
LA PREVENCIÓN ES LA MEJOR MEDICINA, NO IMPORTA GÉNERO U ORIENTACIÓN SEXUAL A LA HORA DE REALIZARSE LOS CHEQUEOS ANUALES.
RECOMIENDO QUE TODAS AQUELLAS PERSONAS CON ÚTERO QUE HAYAN INICIADO SU VIDA SEXUAL SE REALICEN CITOLOGÍA Y COLPOSCOPÍA Y QUE TANTO MUJERES COMO HOMBRES SE VACUNEN CONTRA EL HPV Y UTILICEN PRESERVATIVO (MASCULINO O FEMENINO).
Ahora que ya tienes tanta información sobre el virus del papiloma humano, ya puedes tomar una decisión informada de siempre utilizar preservativo (condón) y de visitar a tu ginecóloga antes cualquier síntoma de alarma.
Recuerda que en este Magazín puedes encontrar mucha información sobre bienestar, relaciones, sexualidad y tendencias que te va a resolver muchas dudas.
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